El Alcalde de San Sebastián, en su cortedad de miras habitual, ha dado hoy la carta de defunción al Plan Estratégico de San Sebastián, la herramienta más útil e importante para situar nuestra ciudad en la senda del progreso, para definir un modelo de ciudad.
Y aunque algunos intuíamos que Elorza no entendía nada de lo que se hablaba en el Plan, el caso es que no deja de sorprendernos, por negativo, que lo confunda hasta tal punto que lo haya convertido en su Oficina Propagandística. El caso es que la Oficina del Plan Estratégico se ha puesto al servicio electoralista del Alcalde de la ciudad y ha abandonado su función: establecer sinergias de actuación público-privadas para situar a nuestra ciudad en el contexto internacional.
“¿Cómo es posible que después de los años que llevamos trabajando para definir un Plan Estratégico y canalizarlo a través de la iniciativa privada y pública con el objetivo de situar nuestra ciudad en el contexto europeo e internacional, se publique ahora un documento tan alejado de la estrategia y tan similar a los miniproyectos que el Alcalde acostumbra a publicar en sus folletos publicitarios? ¿Se trata de una broma?”.
Lamento profundamente que el Alcalde de la ciudad haya echado por tierra los seis años de trabajo de la Oficina del Plan Estratégico y su director haya abandonado el principio fundamental de situar el Plan Estratégico, no sólo al margen de cualquier patrimonialización política, sino del sentido mismo del Plan: implicar al conjunto de la sociedad en una visión de ciudad, global, cohesionada, conectada, comunicada, etc.
Recuerdo que hace seis años, cuando empezamos esta andadura, una nutrida participación de instituciones, entidades representativas de la sociedad donostiarra y de otros municipios del entorno, hasta contabilizar más de 400 colectivos congregados en torno al Kursaal, coincidimos en representar, todos juntos, sin importarnos el color de cada cual, el inicio de un proyecto en el que identificar y definir la Donostia-San Sebastián del 2010. ¿Qué queda de ese espíritu?.
El Plan Estratégico, muy al contrario de lo que se expone con todo lujo y esplendor a lo largo de las casi 200 páginas impresas de este documento, debería reunir un conjunto de actuaciones físicas y conceptuales sobre el futuro de una ciudad que debe adaptarse a la universalidad, subir al vertiginoso tren del desarrollo y, en definitiva, plantearse el mejor de los futuros en consonancia con el entorno, partiendo de lo que se tiene para llegar a ser. Con esa filosofía nació el Plan. ¿Qué tienen que ver con todo esto actuaciones tan puntuales como peatonalizaciones en barrios, el deseo de Elorza de construir una casa de Cultura en el Palacio de Aiete o ideas tan personales y tan poco desarrolladas como la “Ecociudad de Igara, etc?.
Algunos adquirimos el compromiso de asumir el Plan como un reto de primer orden, evitando que quienes están encargados de gestionar la voluntad de la sociedad pretendieran sacar, en el peor de los favores que se podían hacer a los ciudadanos, un rédito personal carente de todo sentido. Y esto, desgraciadamente, es lo que ha ocurrido y queda completamente de manifiesto, para vergüenza de quienes así lo han querido y desesperación de quienes llevamos tantos años promoviéndolo, en el Documento entregado hoy.
Lamento que el Plan Estratégico de la ciudad haya sido fagocitado por el electoralismo permanente y frustrante de Odón Elorza, haciendo un flaco favor a una ciudad que verdaderamente necesita del impulso de todos en proyectos realmente estratégicos. ¡Qué lejos estamos de otros que, con clara visión de futuro, supieron promover un Bilbao Ria 2000 que les situó en la senda del progreso, del bienestar y de un modelo de ciudad que hoy es referente! Pero, ¿cómo vamos a promover un Plan Donostia 2013 con un Alcalde que, además de no ver más allá de su rédito electoralista personal, se plantea como estrategia la habilitación de determinados bidegorris o el asfaltado de calles, todas ellas actuaciones necesarias, pero alejadas de la Estrategia y del impulso que necesita una ciudad como la nuestra?
jueves, 18 de enero de 2007
10 años para esto…
Como máxima responsable del principal grupo de la oposición me veo en la obligación de mostrar mi estupor por la forma y el fondo del anuncio del Alcalde de la ciudad de ubicar en el Paseo Federico García Lorca una Estación de Autobuses para la ciudad y explicar mi postura sobre esta cuestión.
Todos los vecinos donostiarras son conscientes de la mala imagen que ofrece la actual estación de autobuses de San Sebastián que, con carácter provisional, lleva funcionando desde hace más de 10 años, con las consiguientes servidumbres y limitaciones para los viajeros que la utilizan.
Cuando hace diez años se alcanzó el consenso entre los grupos municipales (¡con lo difícil que resulta llegar a acuerdos en este Ayuntamiento!) y se establecieron los convenios oportunos con la Diputación Foral de Guipúzcoa para construir una nueva Estación Intermodal en Riberas de Loiola, ahora nos sorprende que de la noche a la mañana se tiren tantos años de trabajo por la borda y se anuncie una propuesta que no ha sido compartida con ningún otro grupo municipal, ni con la Diputación Foral, y que sobre todo no tiene ninguna ventaja respecto a la actualmente aprobada.
Por eso, recordaremos algunos argumentos a favor de mantener la Estación Intermodal en Riberas de Loyola:
1º La intermodalidad es el motivo esencial, la razón de ser de la nueva y futura Estación de autobuses en Riberas de Loiola. Y ésta fue una condición expresa para ubicar en este espacio de la ciudad la nueva estación de autobuses porque sencillamente es el futuro de las comunicaciones en el transporte público (¿hará falta retrotraernos a los interminables debates de antaño sobre Estación en el Parque Araba o en Riberas de Loyola?). La Estación aprobada cumple con la intermodalidad, sin embargo, la propuesta presentada por el Alcalde la niega en sí misma, la frustra al prescindir de la infraestructura básica para el intercambio de medios de transporte, como es Euskotrenbideak: el ferrocarril suburbano del futuro.
2º No es cierto que la decisión de la llegada del Tren de Alta Velocidad al Centro de la ciudad se adoptara hace un año. En todo caso, ésta será la percepción del Partido Socialista. Cuando los populares estaban en el Gobierno, en todo momento se contempló esta premisa. Además, en la Estación Intermodal estaba prevista una parada (siquiera como apeadero) para facilitar la distribución de viajeros del Tren de Alta Velocidad al resto de medios de transporte (Tren de cercanías Euskotren, autobuses interurbanos, taxis, etc.).
3º La reducción del número de dársenas de autobuses de 29 a 22 en la nueva estación “imaginada” por Elorza es un verdadero problema. Si acometemos obras pensando en el futuro, no podemos pensar en una reducción de viajeros, sino en todo lo contrario, en una diversificación de viajeros y tipos de demandas, pero siempre teniendo en cuenta que las previsiones de viajeros van a más, y por tanto, aumentarán los destinos, y con ello, las necesidades de una Estación que no debe reducir su tamaño.
4º La ubicación en Riberas de Loiola de la Estación Intermodal convenida con la Diputación Foral es correcta porque está perfectamente situada, junto a la conexión con la Autovía del Urumea y la futura entrada y salida a la A-8 (una vez eliminado el viaducto de Carlos I), lo cual facilita la entrada y salida de autobuses y hace que el tiempo de los viajeros se vea sensiblemente reducido.
5º Por el contrario, la propuesta de Elorza, ubicada junto a la Estación del Norte, alarga el trayecto de los autobuses, a la vez que congestiona los accesos al centro de la ciudad y a la propia estación, que experimentará un incremento de usuarios muy importante por la llegada del AVE y por los visitantes del Centro Internacional de Cultura Contemporánea.
6º No se entiende que el Alcalde, sin contar con la participación ni conformidad de los grupos Municipales, que son mayoría en el Ayuntamiento, ni la Diputación Foral, que participa en los convenios previstos para este proyecto, se haya lanzado a anunciar esta propuesta y a convocar una reunión con los grupos en los que no se ha aportado ninguna información escrita a los presentes.
Por todo lo expuesto, estoy en condiciones de afirmar que la propuesta del señor Elorza es fruto de la improvisación permanente que caracteriza a su gestión, así como una “torpeza” por cuanto pretende tirar por la borda el trabajo realizado hasta la fecha y el dinero “de todos” que se ha invertido, máxime cuando sabemos que la ejecución de este proyecto de Estación Intermodal es tan necesario y urgente para San Sebastián. Me parece una irresponsabilidad tremenda que después de 10 años, hayamos llegado a este punto.
María José Usandizaga
Portavoz del PP en el Ayuntamiento de Donostia
Todos los vecinos donostiarras son conscientes de la mala imagen que ofrece la actual estación de autobuses de San Sebastián que, con carácter provisional, lleva funcionando desde hace más de 10 años, con las consiguientes servidumbres y limitaciones para los viajeros que la utilizan.
Cuando hace diez años se alcanzó el consenso entre los grupos municipales (¡con lo difícil que resulta llegar a acuerdos en este Ayuntamiento!) y se establecieron los convenios oportunos con la Diputación Foral de Guipúzcoa para construir una nueva Estación Intermodal en Riberas de Loiola, ahora nos sorprende que de la noche a la mañana se tiren tantos años de trabajo por la borda y se anuncie una propuesta que no ha sido compartida con ningún otro grupo municipal, ni con la Diputación Foral, y que sobre todo no tiene ninguna ventaja respecto a la actualmente aprobada.
Por eso, recordaremos algunos argumentos a favor de mantener la Estación Intermodal en Riberas de Loyola:
1º La intermodalidad es el motivo esencial, la razón de ser de la nueva y futura Estación de autobuses en Riberas de Loiola. Y ésta fue una condición expresa para ubicar en este espacio de la ciudad la nueva estación de autobuses porque sencillamente es el futuro de las comunicaciones en el transporte público (¿hará falta retrotraernos a los interminables debates de antaño sobre Estación en el Parque Araba o en Riberas de Loyola?). La Estación aprobada cumple con la intermodalidad, sin embargo, la propuesta presentada por el Alcalde la niega en sí misma, la frustra al prescindir de la infraestructura básica para el intercambio de medios de transporte, como es Euskotrenbideak: el ferrocarril suburbano del futuro.
2º No es cierto que la decisión de la llegada del Tren de Alta Velocidad al Centro de la ciudad se adoptara hace un año. En todo caso, ésta será la percepción del Partido Socialista. Cuando los populares estaban en el Gobierno, en todo momento se contempló esta premisa. Además, en la Estación Intermodal estaba prevista una parada (siquiera como apeadero) para facilitar la distribución de viajeros del Tren de Alta Velocidad al resto de medios de transporte (Tren de cercanías Euskotren, autobuses interurbanos, taxis, etc.).
3º La reducción del número de dársenas de autobuses de 29 a 22 en la nueva estación “imaginada” por Elorza es un verdadero problema. Si acometemos obras pensando en el futuro, no podemos pensar en una reducción de viajeros, sino en todo lo contrario, en una diversificación de viajeros y tipos de demandas, pero siempre teniendo en cuenta que las previsiones de viajeros van a más, y por tanto, aumentarán los destinos, y con ello, las necesidades de una Estación que no debe reducir su tamaño.
4º La ubicación en Riberas de Loiola de la Estación Intermodal convenida con la Diputación Foral es correcta porque está perfectamente situada, junto a la conexión con la Autovía del Urumea y la futura entrada y salida a la A-8 (una vez eliminado el viaducto de Carlos I), lo cual facilita la entrada y salida de autobuses y hace que el tiempo de los viajeros se vea sensiblemente reducido.
5º Por el contrario, la propuesta de Elorza, ubicada junto a la Estación del Norte, alarga el trayecto de los autobuses, a la vez que congestiona los accesos al centro de la ciudad y a la propia estación, que experimentará un incremento de usuarios muy importante por la llegada del AVE y por los visitantes del Centro Internacional de Cultura Contemporánea.
6º No se entiende que el Alcalde, sin contar con la participación ni conformidad de los grupos Municipales, que son mayoría en el Ayuntamiento, ni la Diputación Foral, que participa en los convenios previstos para este proyecto, se haya lanzado a anunciar esta propuesta y a convocar una reunión con los grupos en los que no se ha aportado ninguna información escrita a los presentes.
Por todo lo expuesto, estoy en condiciones de afirmar que la propuesta del señor Elorza es fruto de la improvisación permanente que caracteriza a su gestión, así como una “torpeza” por cuanto pretende tirar por la borda el trabajo realizado hasta la fecha y el dinero “de todos” que se ha invertido, máxime cuando sabemos que la ejecución de este proyecto de Estación Intermodal es tan necesario y urgente para San Sebastián. Me parece una irresponsabilidad tremenda que después de 10 años, hayamos llegado a este punto.
María José Usandizaga
Portavoz del PP en el Ayuntamiento de Donostia
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